Cuando empezamos a filmar la segunda serie de episodios (5-10), varios de los jóvenes artistas expresaron preocupaciones que casi todos los personajes en la novela eran como ellos, y no de otros grupos sociales. Amelí y Kimberly son una respuesta a este problema: una chica clase media-alta, racista, y una chica medio punk y rebelde. Creo que las dos añaden algo importante a la historia.
El encuentro de Amelí y Pamela me parece fundamental para entender el éxito de la revolución en el Alto en 2003 y 2005. No era sólo un movimiento indígena o campesina: dependía del encuentro entre las culturas aymara y quechua, y la cultura de la ciudad. La creación de alianzas, amistades, el reconocimiento de ideales parecidas, y la educación mútua... este encuentro era fundamental para crear nuevas maneras de gobernarse y pensar la estructura política del país. Amelí es racista y lleva muchos prejuicios a su amistad con Pamela, pero tiene una virtud que supera a sus defectos, y que va a transformar la historia: ella tiene en coraje de encontrar el otro, mirarlo en los ojos, y escuchar. Creo que su personaje enseña que un prejuicio que se muestra es mejor que uno de se esconde... porque a lo menos, hay la esperanza de cambios.
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